El Palau d’Esports de Son Moix, escenario de la Copa del Rey hace solo quince días vuelve a ponerse el mono de trabajo de la liga. Los mallorquines están dispuestos a disfrazarse de equipo ganador para poder tumbar al Club Voleibol Almoradí, al menos hasta que recuperen su mejor versión de juego. El partido que arrancará este sábado a las 7 de la tarde, deberá servir para sumar los tres puntos y recuperar la confianza de la plantilla.
Los aficionados del Urbia Palma volverán mañana al mismo escenario de la Copa del Rey para ver la obra inacabada de los jugadores en la liga. Los actores principales serán los hombres del equipo que entrena Marcos Dreyer y su objetivo no es otro que el de volver a ganar. El Club Voleibol Almoradí será el rival de los mallorquines tras su sorprendente victoria en casa frente al CV Teruel (campeón de la Copa). Los alicantinos mantienen el mismo objetivo desde el inicio de la liga, y tienen la salvación como única obsesión.
“Es el único equipo de la liga que siempre ha tenido claro que su objetivo es no descender. El Almoradí saca mucho rendimiento a esta situación, porque se encuentra muy cómodo con ese discurso” resaltó este jueves Marcos Dreyer en rueda de prensa. El míster reconoce que ahora es el momento de reaccionar “porque hay tiempo, pero no será un proceso rápido, necesitamos un par de semanas” asegura. "Nos ha costado asumir el problema de juego". El entrenador del Urbia reconoció haberse "engañado durante un tiempo", aunque matizó que sus jugadores "están mejorando día a día" apelando al peleado tercer set ante el Ushuaïa Eivissa que se escapó por detalles.
Una mejora que debe verse plasmada en el Palau de Son Moix contra el Almoradí. Los alicantinos ganaron 3-2 al Teruel mientras que los mallorquines necesitan ganar para recuperar la confianza.
Las derrotas contra el Vecindario y Ushuaïa en la liga y el UBE L’Illa Grau en la Copa, han mermado la autoestima de un grupo acostumbrado a ganar, pero que tiene mimbres suficientes como para poder levantarse. Carlos Jiménez, es uno de los jugadores que llevan la victoria en su ADN. El jugador piensa en positivo y asegura que “esto tiene que cambiar y ojalá ganemos al Almoradí. Siempre he confiado en mi equipo y en los compañeros”. En este sentido Dreyer cree que el equipo puede reactivarse a tiempo, empezando por el sábado. “Le pedí al equipo que diera un paso y en Ibiza se notó, pero este cambio no es automático. En este partido contra el Almoradí, tenemos que saber sufrir y poco a poco seguir creciendo hasta el play off”.
Dreyer ha recordado que la situación del equipo en la liga “sigue siendo cómoda porque vamos terceros en la tabla”. En el partido de la primera vuelta disputado en tierras valencianas, el triunfo fue para el Urbia Palma por 0-3 y ahora varios meses después los mallorquines vuelven a tener sed de victoria.
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